En esta original Autobiografía, Charles Darwin conjuga su faceta profesional y su vida personal para ofrecer una profunda y precisa visión del entramado de su personalidad, de los impenetrables recovecos del laberinto de su vida y de su forma de percibir la existencia, todo ello narrado con fina ironía y desnuda sinceridad.
Con este ejercicio de memoria, su autor nos ofrece con concisión y honestidad las múltiples contradicciones entre ciencia y fe que le acosaron, sus intensas relaciones familiares, y sus reflexiones y pensamientos más íntimos. El retrato que Charles Darwin nos brinda de sí mismo, de su vida y de su tiempo, constituye un texto fundamental para entender la figura, las vivencias y el pensamiento de un ser humano indispensable en la evolución del pensamiento del hombre y de la sociedad contemporáneos.
No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que mejor se adapta al cambio.
Charles Darwin
autor
Charles Robert Darwin nació en Inglaterra, en la pequeña ciudad de Shrewsvury, en 1809, en el seno de una familia acomodada.
Desde su infancia muestra un profundo interés en la historia natural, y se aleja de la senda que su padre, doctor y comerciante, había dibujado para él, dedicándose a la ciencia. Influido por nuevas líneas de trabajo naturalistas, enespecial por John Herschel, que defendía el conocimiento de la naturaleza a través
de un razonamiento deductivo basado en la observación, aspira el joven Darwin a
contribuir al conocimiento del medio natural. En 1831 se embarca en el Beagle, en
una expedición científica que se prolonga por espacio de cinco años, y en cuya
experiencia y documentación acopiadas durante el viaje se asienta la piedra angular del trabajo del célebre naturalista. A su regreso comienza a publicar una serie detrabajos que van a conformar su magnaobra El origen de las especies.
Casado con Emma Wedgwod, fueron padres de diez hijos. Tres de ellos fallecieron
durante la infancia, lo que afectó profundamente el ánimo de Darwin, distanciándole de la religión. Su pensamiento, lúcido y controvertido, le generó numerosos detractores y enemigos. Darwin falleció en abril de 1882, en la casa familiar de Down House, rodeado de los suyos.
Sus restos descansan en la Abadía de Westminster.
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