El primer franquismo desde la historia social-1939-1952. Historia del presente, 38

15,00 

Autor: ( VV.AA )

 

ISBN: 1579-8135-38
Nº Páginas: 200
Dimensiones: 20 x 25

Descripción

INTRODUCCIÓN: EL PRIMER FRANQUISMO DESDE LA HISTORIA SOCIAL (1939-1952)

            El presente dossier quiere ofrece[1]r una mirada al primer franquismo desde la perspectiva de la historia social. Es ya numerosa la bibliografía que, desde hace tiempo, viene señalando la necesidad de estudiar los regímenes autoritarios, fascistizados o fascistas bajo el prisma de lo social. Para el conocimiento de las dictaduras, pero también cualquier proceso histórico, la historia política no es suficiente para comprender y explicar las complejidades del pasado. Por eso, es necesario adoptar perspectivas ancladas en la historia sociocultural que den protagonismo a los agentes sociales, tanto en sus elementos más materiales como culturales.[2] Hoy más que nunca, en el que la historia post-social o la preeminencia del relato es cuestionada por la realidad de la pandemia que parece remitir en algunos lugares de occidente pero continúa en el resto del mundo, se puede apuntar a la incipiente (y necesaria) revigorización de la historia social, no entendida en el sentido clásico, sino donde también se integren elementos propios de la vida cotidiana o de la esfera cultural.

Este dossier de la revista Historia del Presente es más que una reivindicación (y prueba) de la necesidad de recurrir a la historia social para estudiar el franquismo. Nos centramos en la posguerra, en el periodo comúnmente conocido como «los años del hambre» (1939-1952). Es este un espacio especialmente fértil para combatir los mitos que, desde el poder, fueron construidos por la dictadura franquista en su larga vida. Si proyectamos nuestras miradas a lo social, poniendo siempre en el centro la realidad de miseria y hambre de aquellos años, podemos construir un relato más humano del pasado, más complejo y que pase «el cepillo a contrapelo» sobre los discursos de los vencedores en la historia.[3]

Los artículos incluidos en el dossier reúnen a diversos historiadores e historiadoras que han desarrollado relevantes investigaciones sobre el periodo. Sin duda hay muchos más con meritorios trabajos, pues los que aquí participan son solo una prueba de una serie de investigadores que, por lo menos desde los años noventa, utilizaron la historia social para acercarse al periodo de la dictadura.[4] Autores y autoras que, en el fondo, son herederos de una generación de investigadores que desde la muerte de Franco emprendieron este camino fundamentalmente desde el campo de la historia rural, influenciados también por las corrientes de la historia social británica y francesa.[5]

Mas no pensamos que las aportaciones aquí contenidas, siendo deudoras de la historiografía precedente, sean una mera repetición de esta. Son más bien una continuación o, para ser más precisos, una evolución de las investigaciones precedentes. Quizá impelidos por el declive de la historia post-social, pero conscientes de la importancia de lo cultural como parte de lo social, los autores y autoras de este dossier tratan de integrar esas miradas culturales con las más tradicionales (y todavía válidas) de la historia social.

Las contribuciones parten siempre de una reflexión historiográfica de los temas que abordan, pero siempre ofrecen argumentaciones que tratan de ser novedosas, basadas en evidencias empíricas recurriendo a documentación primaria o secundaria. Todas se colocan en un escenario que mediatizó las vidas de los hombres y mujeres que vivieron en la España del primer franquismo: la miseria, la carencia y el hambre. Años en los que especialmente las clases bajas vivieron al borde de la inanición, pero en las que también las clases medias sufrieron las consecuencias de una política autárquica que estuvo en el centro de la explicación de aquella escasez. Un tiempo en el que recientes investigaciones han apuntado a la existencia de una hambruna homologable a las europeas de aquellos años de entreguerras (1914-1945).[6]

Ninguna investigación que mire a lo social dentro de los regímenes dictatoriales puede obviar los componentes de violencia y de represión que siempre emplearon. Es por ello que encabezamos el dossier con la contribución de Alejandro Pérez-Olivares y Sergio Riesco Roche dedicado a las políticas represivas y de control durante la posguerra. Los estudios sobre procesos represivos en las dictaduras del siglo XX han atravesado una profunda renovación en las últimas décadas. Si bien la historiografía española se ha mostrado sensible a estos nuevos debates, algunas aportaciones quizá se muestran demasiado atraídas por aproximaciones cuantitativas y enfoques «desde arriba».[7] En los últimos años, diferentes investigaciones han mostrado cómo la propia naturaleza política de la violencia franquista y los amplios repertorios de «políticas del miedo» deben incluir en el debate cuestiones tan importantes como el control social, la colaboración de la población y sus efectos en la vida cotidiana.[8] Es en esa tendencia donde se insertar el artículo. Recurriendo a conceptos y visiones de otras disciplinas como la sociología o la antropología, esta investigación trata de centrar su atención en la imposición del orden sociopolítico mediante el análisis de procesos cualitativos. Lo sucedido tras 1939 se entiende en el marco de una guerra de ocupación, lo que se transluce en la imposición de un control social excepcional. Además de valorar las víctimas de la violencia y las importantes dimensiones sociales de la misma para explicarla, los autores dejan claro que el control del régimen se cernió sobre la sociedad y sobre los espacios que habitaba (tanto en el mundo rural como urbano), aspirando a conformar un «homo franquista».

El segundo artículo del dossier, firmado por Daniel Lanero, se centra en analizar parte de las políticas sociales desplegadas por el franquismo durante los años cuarenta. Desde los viejos debates sobre el «consenso» del fascismo italiano quedó claro que las dictaduras fascistas o fascistizadas no recurrieron sólo a la represión y a la violencia para influir en la sociedad. También pusieron en marcha una serie de políticas sociales con el fin de atraerse a la población y, por supuesto, encuadrarla dentro de sus instituciones y agrupaciones.[9] El artículo del dossier inserta el caso hispano dentro del panorama de lo sucedido en la Europa de entonces, ocupándose de dos de las principales «políticas sociales» de la dictadura franquista: la política de vivienda y la política de asistencia social, tanto en su dimensión sanitaria como de previsión social, inseparables desde el punto de vista del funcionamiento del dispositivo asistencial franquista. A pesar de ser objeto de un creciente interés historiográfico durante los últimos años, es llamativa la relativa ausencia de trabajos que profundicen en el desarrollo y consecuencias de las políticas sociales del régimen, en lo que pudo ser su cara más amable. El artículo guarda una profunda perspectiva de historia sociocultural: no sólo se ocupa de las políticas y de su real alcance, por otra parte bastante limitadas, sino también de los sujetos históricos que fueron objeto de ella y sobre sus actitudes sociales, muy variadas pero que podríamos enmarcar dentro del ámbito del consentimiento, en gran parte por la situación material lamentable de los beneficiarios antes del desarrollo de estas dos políticas sociales franquistas.

El tercer artículo del dossier, firmado por Claudio Hernández Burgos y Miguel Ángel del Arco, se ocupa de un tema ya clásico dentro de la historia social franquismo y de las dictaduras del periodo de entreguerras: las actitudes sociales.[10] La contribución del mismo reside en que las analiza poniendo al hambre en el centro de los dilemas que aborda. Así, trata de revelar las respuestas sociales frente al hambre tanto dentro como fuera de la legalidad autárquica franquista. También se ahonda en el significado de estas pequeñas tácticas a partir de las motivaciones de sus protagonistas, sus manifestaciones, los resultados logrados o la forma en que las percibió la dictadura. Se demuestra que la escasez de posguerra fue el condicionante principal de las actitudes populares hacia la dictadura hasta bien entrada la década de los cincuenta. Pero también que, ante el hambre, los hombres y mujeres comunes pusieron en marcha toda una serie de ingeniosas estrategias con el triple objetivo de conseguir alimentos y mejorar sus economías domésticas, normalizar sus vidas cotidianas y expresar desacuerdo o disconformidad con el intervencionismo franquista. De ahí que, en función de la pretensión que más pesase en cada momento, puedan interpretarse como prácticas de supervivencia, de Eigen-Sinn o de resistencia.

El dossier termina con el artículo de Ana Cabana, Teresa Mª. Ortega y Eider de Dios. Tiene la virtud que aúna en sí un aspecto clásico de la historia social, como es el ámbito del trabajo, con otro que afortunadamente se ha normalizado en nuestra historiografía, como es la dimensión de género. En efecto, en el mundo de la terrible posguerra autárquica, muchas familias quedaron desestructuradas por la pérdida de los varones (ejecutados, encarcelados, exiliados o incluso en la guerrilla antifranquista). Paradójicamente, en un momento en el que la dictadura franquista clamaba por la «vuelta al hogar» y el retorno a las «labores tradicionales» desempeñadas por las mujeres, éstas tuvieron que sacar adelante a sus familias en el contexto de la hambruna y los años del hambre. Por eso había que enfatizar el protagonismo adquirido por las mujeres al término de la guerra civil. Como demuestran las autoras, a pesar de las políticas laborales y de subsidio del franquismo, definidas y explicadas en el texto, durante los años cuarenta (y también cincuenta) las mujeres españolas no se alejaron del mercado laboral tal y como postulaba la moral del régimen: el hundimiento de las condiciones socioeconómicas de posguerra propició su papel activo en procurar la supervivencia a los suyos y a ellas mismas, convirtiéndose en «contramodelos» del ideal de feminidad propugnado por el franquismo.

Las cuatro aportaciones de este dossier abordan, como hemos señalado, diversos temas para comprender la dictadura franquista. Todas ponen a la sociedad en el centro de su análisis, explicándola dentro del determinante escenario del hambre y la miseria de la posguerra. Podríamos haber incluido más temas relacionados con el primer franquismo, pero nuestro objetivo no era abarcarlo todo. Como señalamos al comienzo de esta introducción, con este dossier aspiramos a dibujar (y a revisitar) el mundo de la posguerra española, reclamando y reivindicando la necesitad metodológica de transitar los caminos de la historia social más renovada, que aúne lo material y cultural en el análisis histórico, para conocer en profundidad la compleja y determinante realidad de los años del hambre.

Miguel Ángel del Arco Blanco

Universidad de Granada

 

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