La sombra

11,00 

La Sombra, original, misteriosa, irónica, hilarante en ocasiones, nos descubre a un Galdós pletórico de imaginación y fantasía.
Autor: Benito Pérez Galdós

 

ISBN: 9788492491926

Nº Páginas: 136

Dimensiones: 13 x 21
Categoría:

Cuando el que esto escribe tuvo el honor de penetrar en el estudio, gabinete o laboratorio del doctor Anselmo, su asombro fue grande, y no podrá menos de confesar que, mezclado al asombro, sintió cierto terror, sólo calmado por la idea de que aquel hombre era el más afable e inofensivo de los seres. Además, ¿quién ignoraba que don Anselmo no era nigromante ni profesaba ninguna de las endiabladas artes de la antigüedad?

El doctor Anselmo, protagonista de La Sombra, novela en la que Galdós se adentra por primera vez en el terreno de lo fantástico, es uno de esos personajes extravagantes que tanto inspiraron al genial escritor.
La Sombra, original, misteriosa, irónica, hilarante en ocasiones, nos descubre a un Galdós pletórico de imaginación y fantasía.

Autor

Benito Pérez Galdós (Las Palmas, 10 de mayo de 1843) era el décimo hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez, y de Dolores Galdós, una dama de fuerte carácter e hija de un antiguo secretario de la Inquisición.

Escritor extraordinariamente prolífico (cada trimestre reunía un volumen de más de trescientas páginas), en 1873 Benito Pérez Galdós comenzó a publicar su obra cumbre, los Episodios nacionales.

Tímido, rayando en lo patológico, modesto, atento observador de la realidad, Galdós poseía una portentosa memoria visual que reflejó en numerosos detalles de los personajes de sus novelas. Se levantaba al alba y escribía hasta las diez de la mañana, a lápiz, porque la pluma le restaba tiempo. Después paseaba por Madrid, cuyos habitantes y sus conversaciones fueron, para él, tema constante de inspiración. Adoraba la música, se acostaba temprano, escribía con fruición y apenas acudía al teatro.

Shakespeare, Dickens, Cervantes, Lope de Vega, Eurípides y Tolstoi (a quien descubrió en su madurez) eran los autores que más frecuentaba. Ingresó en la Real Academia Española en 1889. Reconocido y admirado por público y crítica, y casi ciego, Galdós falleció en su casa de la calle Hilarión Eslava de Madrid el 4 de enero de 1920. El día de su entierro, unos 20.000 madrileños acompañaron su ataúd hacia el cementerio de la Almudena.

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “La sombra”

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Carrito de compra
Scroll al inicio