María Esther Rubio Herráez es doctora en Ciencias Químicas y profesora de Física y Química. Ha elaborado experiencias educativas para la coeducación y para el avance y la mejora de la educación científica de las niñas. Asimismo, ha investigado sobre las relaciones, no siempre fluidas, entre ciencia, tecnología y feminismo. Algunos trabajos representativos de su trayectoria son: Desafiando los límites de sexo/género en las Ciencias de la Naturaleza (1991), Madrid, Ministerio de Educación y Ensayo; Pensamientos femeninos en los albores de la Revolución Científica, en Asparkía (2001); La educación femenina: ¿se debe preferir las humanidades o las ciencias de la naturaleza?, en Actas del XII Coloquio Internacional de AEIHM: Mujeres y Educación (2005); El ciberespacio no es la mitad del cielo. Sobre mujeres, ciencia y tecnologías digitales (2006), Premio de Investigación 2005 “María Isidra de Guzmán”, Alcalá de Henares.
Mileva Maric, compañera, y después esposa, de estudios e investigación de Albert Einstein, era prácticamente una desconocida para el mundo de la ciencia, y para la historia en general, hasta que salió a la luz como consecuencia de la publicación, en 1987, de las cartas que ambos se intercambiaron durante su noviazgo, entre 1897 y 1902. Las novedades que esta correspondencia aportaba desencadenaron una polémica que todavía no se ha cerrado.
Los aspectos más relevantes, y los que han causado mayor sorpresa e interés, han sido, por un lado, la potencial contribución de Mileva al desarrollo de los trabajos más importantes del físico, entre ellos la teoría especial de la relatividad y, por otro, la existencia de una hija, Lieserl, nacida antes del matrimonio y de cuyo paradero se ha perdido la pista.
Esther Rubio ha tratado de esclarecer, a partir de acreditadas fuentes documentales, los interrogantes que han dado origen a la polémica, considerando la complejidad del proceso científico y el papel que, históricamente, han desempeñado en él las relaciones entre los sexos.