En Historia de un amor turbio, el universal escritor uruguayo narra, con su habitual maestría, una apasionante relación donde se funden, en un abrazo íntimo y misterioso, la pasión, el deseo, las dudas y los sueños.
Con una prosa envolvente y sugestiva, el Quiroga más intenso y evocador nos transporta hasta ese mágico lugar donde habita el amor y donde habita, también, el olvido.
Autor
Estudió en Montevideo y pronto comenzó a interesarse por la literatura. Inspirado en su primera novia escribió Una estación de amor (1898) y fundó en su ciudad natal la Revista de Salto (1899). Marchó luego a Europa, donde conoció a Rubén Darío, y resumió sus recuerdos de esta experiencia en Diario de viaje a París (1900).
Ya instalado en Buenos Aires publicó Los arrecifes de coral (1901) poemas, cuentos y prosas líricas de gusto modernista, seguidos de los relatos de El crimen del otro (1904), la novela breve Los perseguidos (1905), producto de un viaje con Leopoldo Lugones por la selva misionera hasta la frontera con Brasil, y la más extensa Historia de un amor turbio (1908). En 1909 se radicó precisamente en la provincia de Misiones, donde se desempeñó como juez de paz en San Ignacio, localidad famosa por sus ruinas de las misiones jesuíticas, a la par que cultivaba yerba mate y naranjas.
Trabajó en el consulado de Uruguay en BuenosAires y dio a la prensa las colecciones de relatos breves Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), Cuentos de la selva (1918) y El salvaje (1920), y la obra teatral Las sacrificadas (1920). Le siguieron nuevas recopilaciones de cuentos, como Anaconda (1921), El desierto (1924), La gallina degollada y otros cuentos (1925) y el que es quizá su mejor libro de relatos, Los desterrados (1926). Colaboró en diferentes periódicos y revistas: Caras y Caretas, Fray Mocho, La Novela Semanal y La Nación, entre otros.
En 1935 publicó su último libro de cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le descubrió un cáncer gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo impulsó al suicidio, ya que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
Nota: Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Horacio Quiroga». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004.
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