Reflexiones

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En este volumen, el autor de El contrato social, el escritor y pedagogo, filósofo y músico, botánico y naturalista, el polímata, en definitiva, transita con poderosa lucidez, hermosa prosa, rotundidad y pensamiento crítico, todos los campos del conocimiento, ya sean artísticos, científicos, o íntimos y personales. Una joya del pensamiento occidental, por la que ineludiblemente, lector indeciso, debes caminar.

Defensor de la libertad y la igualdad entre todos los seres humanos, el pensador franco-suizo arremetió contra las ideas de progreso propias de la Ilustración y ensalzó al hombre primigenio y amoral, el único realmente libre.

Auto: Jean-Jacques Rousseau

ISBN: 978-8417723-36-2

Páginas: 250

13×21

 

 
ISBN: 9788417726382
Nº Páginas: 192
Dimensiones: 13 x 21
Categoría:

El pensamiento crítico sobre nuestro entorno, sobre el ser humano, sobre la creatividad, la ciencia; la reflexión sobre nuestra existencia, sobre el sentido de estar vivo, sobre nuestros semejantes y el desarrollo de nuestra civilización, va desapareciendo paulatinamente, y en su lugar se han alzado axiomas y falsas certezas, generadas por un nuevo dios tecnológico y por una insaciable sociedad de consumo. El estruendoso fracaso de nuestra civilización no se asienta en los decadentes parámetros actuales, sino en décadas de ingeniería social en los que el conocimiento ha sido sustituido por el hedonismo, la ignorancia y la vanidad estética. Por lo tanto, es urgente que la sociedad retome el aliento y encuentre ese luminoso sendero que conduzca a un mundo más amplio, humano y abarcador. Un báculo para recorrer esa senda, un impulso, se halla en este magistral e imprescindible libro de Jean Jacques Rousseau.

En este volumen, el autor de El contrato social, el escritor y pedagogo, filósofo y músico, botánico y naturalista, el polímata, en definitiva, transita con poderosa lucidez, hermosa prosa, rotundidad y pensamiento crítico, todos los campos del conocimiento, ya sean artísticos, científicos, o íntimos y personales. Una joya del pensamiento occidental, por la que ineludiblemente, lector indeciso, debes caminar.

 

Autor

Jean-Jaques Rousseau, fue un filósofo del siglo XVIII nacido en Ginebra, Suiza, el 28 de junio de 1712. Fue hijo de un relojero. A los 13 años fue enviado a un taller en calidad de aprendiz de grabador, pero escapó. Su interés hacia temas intelectuales lo obtuvo a partir de su relación con la baronesa de Warens. Rousseau no recibió una formación académica como otros filósofos de su época sí lo hicieron, pero aprovechó muy bien su temporada al lado de la baronesa para dedicarse a leer rigurosamente y compensar las deficiencias de su educación. A lo largo de su vida, ocupó diversos cargos públicos y residió en varias ciudades europeas. Destaca su estancia en París donde sostuvo amistad con hombres de la talla de Voltaire y, además, fue encargado por Diderot para escribir algunos artículos sobre música para su Enciclopedia (Copleston, 1994).

Su primera obra relevante fue su Discurso sobre las Ciencias y las Artes, que le valió un prestigioso premio por la Academia de Dijon. Posteriormente, compitió otra vez por un premio diferente con su aclamado Discurso sobre el Origen y los Fundamentos de la Desigualdad entre los Hombres que, si bien no ganó, fue publicado en 1758 y continúa siendo estudiado hoy en día. En 1762 publicó su trabajo más importante El Contrato Social y también Emilio, libro sobre educación (Copleston, 1994). Al mismo tiempo que Rousseau se encontró publicando sus obras más importantes, tenía lugar el movimiento intelectual europeo conocido como la Ilustración (Delaney, s. f.). Además, unos años después de su muerte (2 de julio de 1778 a causa de un derrame cerebral) tuvo lugar la Revolución Francesa, evento histórico clave para entender la conformación de nuestras sociedades contemporáneas.

Jean-Jacques Rousseau, nació en Ginebra en junio de 1712. Fue educado por sus tíos, tras la temprana muerte de su madre, a los nueve días de su nacimiento. A los 16 años abandonó su ciudad natal y comenzó un vagabundeo que le dejó al borde de una vida marginal, hasta que se estableció en Annecy, en la Alta Saboya francesa, donde fue tutelado por Madame de Warens, una dama católica ilustrada que le financió su discontinua educación. Forjó en aquella época un carácter de paseante solitario, amante de la Naturaleza, pero con marcada tendencia al descontento.

A su vuelta a París, en 1745, tiene cinco hijos con Thérèse Levasseur, una modista analfabeta, a los que abandona nada más nacer en distintos hospicios. Conoce entonces a d’Alembert, y retoma contacto con Diderot. Es en esta etapa de su vida cuando escribe sus obras más célebres: El contrato social y el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.

Alejado de los enciclopedistas, Rousseau genera una obra única, que transita entre la moral y la filosofía política, siendo especialmente relevantes algunos escritos autobiográficos como Las confesiones.

Mientras redactaba Ensoñaciones de un paseante solitario, libro inconcluso, fallece de un paro cardíaco en 1778, cuando contaba 66 años. Sus restos descansan en el Panteón de París, muy cerca de la tumba de Voltaire.

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